domingo, 15 de febrero de 2015

CALAMORRO 2015

Muy buenas, con estas palabras queremos relatar nuestra primera experiencia en carrera de trail en Calamorro 2015, para nosotros la experiencia ha sido corta pero EXTREME! Hemos pagado nuestra condición de neófitos.


Todo comienza con una noche demasiada corta, por los nervios y el madrugón. A las cinco de la madrugada ya vamos desde Chiclana rumbo Benalmádena los dos integrantes del Aborigen Trailrun que ibamos a correr esta trail, la tormenta y la lluvia nos mentalizaba de lo que nos podríamos encontrar. Llegamos los primeros, la organización montando el tenderete siendo aun de noche (un 10 no, lo siguiente para ellos). Recogemos dorsales y ante la lluvia y el frío regresamos al microclima automovilístico. Con tranquilidad vamos equipándonos y a las 9:00 los nervios nos sacan del coche. Fotos de rigor, y pistoletazo de salida.


Pendiente pronunciada desde el km 0, comentarios de repetidores del tipo "hay que darle muy fuerte nada más salir", 200 metros después lo entendimos. Único punto negro al recorrido, tapón por escalera estrecha de entrada al túnel que obligaba a parar e ir en cola.



Una vez salimos, se mantuvo el tapón en forma de fila india. Pero la verdad que con la pendiente pronunciada que estabamos afrontando, se agradecía este ritmo tranquilo. Una vez se ensancha el camino intentamos apretar, pero los cuadriceps nos queman, lástima no tener los ocho litros de Induráin ...
Ya llegará una pendiente con menos desnivel, pero....¡Dios mío! Todo igual hasta el kilómetro 12...perdón igual no, del nueve al doce hicimos escalada en vez de trail, además el tiempo "ayudando", frío, el sudor del gorro parecía nieve, lluvia después , viento fuerte en las cimas y ¡granizo!, precioso el sendero blanco de bolitas de hielo diminutas...




Por fin llegó la bajada, técnica como no, deshacer los mil doscientos subidos en doce kilómetros con una pendiente endiablada, y en sólo tres y pico...no quiero ni imaginar a los del podium como tuvieron que bajar...en ala delta mínimo.
Llegamos al arco de meta, la adrenalina nos suministra esa sonrisa tonta que te hace parecer que vienes de tirada corta para relajar piernas.

En conclusión, una Trail para superhombres, o para disfrutarla con amigos, no para mirar el crono. Sufrimos como nunca, y el año que viene...esperemos que el tiempo nos de una tregua , porque ahí estaremos otra vez los Aborígenes!

J.R.

No hay comentarios:

Publicar un comentario